Me fascina la idea de pensar "algún día, todo lo que hoy es contemporáneo y común será historia". Por eso amo tanto lo que hago con Carolina787 y vivo pensando en este proyecto como un enamorado piensa en su amada: desde la primera hora del día hasta antes de dormir.
Sé que muchas cosas que comparto de momento parecen tontas y de poco valor (algunos de mis mejores escritos han sido ignorados casi por completo; con el tiempo entenderán su valor), pero vivimos en un tiempo privilegiado donde juntos podemos aportar y escribir la historia más completa que jamás se haya hecho y quiero aprovecharlo al máximo.
Me emociona y conmueve pensar que este trabajo será la base del conocimiento de personas que aún no han nacido. ¡Al fin una historia detallada escrita por vecinos con palabras que cualquier persona puede entender! ¡Al fin alguien se empeñó en documentar a Carolina calle por calle!
Si seguimos dejando este trabajo a los diarios de Puerto Rico, solo sabremos las cosas malas de nuestra Tierra y ¿dónde quedarían nuestras historias de vecinos? ¿Dónde quedarían grabadas nuestras tradiciones, las historias de barrio y nuestros “Ilustres Gourmet”?
Somos una parte importante de un rompecabezas de 78 piezas (que a su vez juega un papel importantísimo en uno mayor). Nuestra aportación como pueblo va más allá del Reggaetón (que es lo que muchos creen ser lo único) y sé que habemos más como Clemente, Julia, Piñero y Birriel que podemos hacer cosas aún mayores que ellos! ¡Me niego a pensar que se nos agotaron los Ilustres y que debemos conformarnos con los recuerdos y aportaciones de quienes ya no están con nosotros!
¡Despierta, Carolina! Despierta y entiende que lo que haces hoy, hará eco mañana; despierta y entiende que de lo que hoy siembres comerán tus hijos luego; sea bueno o sea malo: eso comerán.
También he chava'o carros en la Campo Rico, también corté clases pa' ir a Plaza, a mí también me han pedido “un pesho” y “chinco peshoj” en Country; a mí también me despiertan los que recogen la basura en la madrugada, a mí también me han roba'o la bici por dejarla mal palkiá, a mí también me rompieron el cristal pa' llevarme el equipo de música, yo también llené de grafittis las paredes de Sarriera (y tuve que pintarlas un sábado con mis amigos, castigau), yo también fui a la piscina de Country y corrí como un idiota cuando llegó la Policía, yo también pasé par de “detentions” en Saint Francis limpiando pupitres.
Te lo dije: ¡aquí un vecino más!
Si usas mi página para las asignaciones de los nenes, añadirla en la bibliografía es cumplir con los maestros, pero decírmelo me añadirá alegría para el resto de mi vida. Gracias por el ánimo que me dan a diario; aquí un vecino como cualquier otro, uno que solo busca qué rayos hacer con sus talentos mientras descubre y desarrolla otros en el camino. A los pocos que lean hasta aquí: ¡gracias!
A quienes lean esto después de mi muerte: qué mala costumbre, ¿verdad? No te preocupes, a todos nos pasa: valoramos más las cosas y personas cuando ya no están. ¡Sonríe! ☺
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