Luis Nieves escribe: "Trabajando en Sears de Plaza Carolina (2001), conocí a este caballero, quien deambulaba por el Mall y otras áreas de Carolina. Siempre intercambiaba palabras con él y el siempre muy respetuoso.

Me fui de Plaza en 2005 y volví en 2008 (ahora en Best Buy); veo que mi 'amigo' sigue en el mall y nuestra 'amistad' continúa.

Hoy, mientras hablaba con Rosabell (compañera de trabajo), nuestro 'amigo' entró a la tienda. Al ella verlo, me dice:

- ¡Ay! Luis, se me olvidó...

Cuando lo miro, me percato que estaba descalzo.

Les juro que solo pensé en el momento que me a tocado estar en alguna escena en Bomberos, cuando esa calle esta a 400° y las botas se ponen en 'high'. El corazón roto no me dejó; solo fui y le compré unos tenis. no podía volver a la calle descalzo, eso no iba a suceder.

Les cuento esta historia solo para que se pongan en esos pies descalzos un momento, no es darle dinero; en muchas ocasiones, un jugo, una botella de agua, un 'buenos días', etc., para esas personas es un acto de amor.

Les juro que la cara del 'pana' me hizo la semana."

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Como dijo Luis en su publicación original: "Voy a contarles una historia sin ninguna vanagloria, cuando uno hace las cosas de corazón no hace falta hacerlo público ni que se reconozca; con el solo hecho de uno sentirse bien, esa es su paga. Lo haré público en forma de enseñanza y para apelar al buen corazón de otras personas."

Muy buena explicación de por qué algunas personas comparten cosas como esta.

Para conocer más historias de deambulantes en Carolina, toca aquí: bit.ly/2WqSn8v