Vecinos de diferentes pueblos se unieron para llevar alegría y esperanza a nuestros hermanos de Orocovis tras el paso del Huracán María.
Lo más triste de esto es que alguna familia llama a esto "casa". Lo material se reemplaza, pero no hay dinero ni seguro que restaure lo emocional del ser humano; son procesos que toman tiempo y cada quien lo toma diferente.
Seguimos caminando y encontramos diferentes casas, personas y situaciones... Aquí otra de las casas:
El río entró a muchas casas.
Desconozco si alguna familia pasó el huracán en esta casa.
Los niños nos esperan...
Lugar donde muchos niños y adultos del área recibieron alegría ese día.
La niña modela emocionada sus zapatitos nuevos.
Hay emociones que no se pueden disimular.
Aunque muchos no pudieron expresar sus emociones en palabras, no fue necesario; sus miradas dijeron más que cualquier palabra creada por el hombre.
Los niños recibieron sus regalos de Navidad. Acto seguido, la fila de regalos era de los padres para recibir provisiones.
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