Crecí en Jardines de Country Club, viéndole a diario, sentado sobre aceras de la Av. Galicia, donde pasaba sus días. Por 15 años le vi, sin saber su nombre. Desde niño le vi teñir las paredes con su cabello mientras nuestros ajetreados días pasaban alrededor de su detenido tiempo.
Sentado, contemplaba nuestras horas como si para él no pasaran más. A veces serio, otras sonriente y de vez en cuando con algún repentino movimiento que llama la atención de más de uno, contando con padres que enseñen a sus hijos que no de todo es bueno reír.
Era muy poco lo que sabía de él y mucha mi curiosidad, así que con genuino interés y con gran delicadeza me acerqué; le hablé algunas palabras, pero no fue recíproco.
Segundos más tarde, opté por irme.
Mucho se habla de él (demasiado, diría yo) y las teorías sobre diminutas gotas (LSD) y largas flores nunca tardan en llegar, pero...
¿No es lo mismo que dicen de todos?
"Está así por aquello..."
"Está así por lo otro..."
Muchos dicen conocer su historia y la narran con impresionante seguridad...
¿Hasta cuándo tropezaremos con la misma piedra?
Leslie Ann (hija): "Yo lo único que pido es que no saquen historias a lo loco; si no saben, mejor ni hablen."
Recientemente tuve la oportunidad de hablar con Leslie Ann Blassini Joubert (hija mayor de Joseph) y Shirley Llanos (nieta). Gracias a ellas y la cooperación de otras personas, este escrito es posible.
Joseph Gilbert Blassini Quiñones nació en Saint Thomas en 1961. De cariño, sus familiares y amigos le llaman "Bertito". Estudió en la Escuela Pascasio P. Sancerrit y en la Intermedia Eduardo J. Saldaña, en La Cerámica, donde llegó hasta noveno grado.
Maritza De Jesus: "Estudió conmigo en la escuela de La Cerámica y era muy inteligente."
Marisol García: "Recuerdo lo alegre, vivaracho y chévere que era. Nos pasábamos jugando voleibol en las canchas del parque de Castellana Gardens. Por ser el mayor, era él quien velaba a todos los hermanos."
María Burgos: "Le veía pasar por mi casa desde muy jovencito; siempre nos saludaba muy respetuoso."
Su padre le enseñó mucho. Joseph fue mecánico y hojalatero de vocación; siempre tenía carros que arreglar. Trabajó en varios talleres, entre ellos, uno en la 65 Infantería y otro [taller de hojalatería y pintura] en el Barrio Sabana Abajo, detrás de un puesto de gasolina que hubo frente al motel.
Jorge Félix: "Era mecánico y trabajó con Tellado en Tellado Car Care, donde actualmente está Indio."
Leslie Ann: "Mi papá trabajó mucho tiempo ahí. También trabajó en un taller de mecánica en Villa Prades; donde le decían 'Saint Thomas'."
Años después, Joseph buscó oportunidades de empleo en varios lugares, pero le fueron negadas; hablamos de eso con más detalle en unos minutos...
Joseph vivió muchos años en Castellana Gardens, donde estuvo casado por 13 años y tuvo varios hijos.
Leslie Ann: "Él es paciente de esquizofrenia y trastorno de personalidad. Varios de sus hermanos (mis tíos y tías) son pacientes mentales (hospitalizados y todo); uno de ellos se suicidó."
Leslie Ann: "Aunque nunca lo vi usando drogas en casa, de niña escuchaba que olía y fumaba marihuana. A causa de eso, a veces faltaba al trabajo. Mi mamá tenía 2 trabajos y pues... Eventualmente [mi mamá] decidió divorciarse."
Marisol García: "Joseph se casó con una buena mujer, un mujerazo, muy guapa y escultural que puedo asegurar lo quería mucho."
María Burgos: "Conocí quién fue su esposa; una mujer muy buena que luchó grandemente por superarse y por mantener su hogar, pero tuvo que tomar decisiones en determinado momento."
Pero no fue como muchos creen...
Shirley Llanos (nieta): "Mi abuela nunca lo abandonó. Entre el 1994 y 1995, ella hizo las diligencias pertinentes en la corte para que le ayudaran a internarlo en un hospital de pacientes mentales en Río Piedras..." (Detalles más abajo en este escrito.)
Tras su divorcio, Joseph regresó a Saint Thomas, donde vivía su madre (nacida en Vieques). Estando allá, [Joseph] tuvo un accidente...
Leslie Ann: "Mi abuela me contó que una vez él tropezó, cayó y se dio con el borde de una acera; el movimiento agresivo de su cabeza es a causa de esa caída."
Alrededor de 3 años más tarde, regresa a Puerto Rico...
Leslie Ann: "Él regresó así. Se reía, hablaba una cosa, se reía y cambiaba el tema... Y así estuvo... Mi mamá buscó la manera de ayudarlo y fue hospitalizado en Mepsi Center en Bayamón, donde su tratamiento era ambulatorio."
Adrián López: "Cuando estudié en el Colegio Santa Gema, hace como 16 o 17 años, lo atropellaron y estuvo mucho tiempo en el hospital, pensábamos que no volvería a verse en la avenida, pero no fue así."
Shirley Llanos: "En el 2003 o 2004 un carro lo atropelló entre la Av. Galicia y la Pontezuela. Estuvo en Centro Médico en estado de coma; mi madre y mi tía estuvieron con él día y noche. Mi mamá había dado a luz a mi hermana hace unos pocos días. Mi mami preparaba los biberones de mi hermana y la comida y nos dejaba cuidando con un familiar; ella regresaba en la tarde, casi de noche. Yo tenía 6 años, pero ese evento me marcó. Fue una época muy difícil."
Leslie Ann: "Él vive en la calle. Por un tiempo vivió en lo que fue Jardines Supermarket (antes de ser demolido); ahí pasó el Huracán María."
"Fui a cuarteles pidiéndoles que me ayudaran porque él ya no se monta conmigo (antes lo hacía: lo llegué a traer a mi casa, él se bañaba, yo le daba la ropa, se cambiaba y regresaba a la calle; incluso tenía un amigo que me lo recortaba)."
"Ahora por lo general duerme donde era la floristería, frente a la antigua gomera. Casi no se nota porque de noche está bien oscurito, pero en ocasiones duerme ahí y en una marquesina de una señora, por la gasolinera Total, en dirección al parque."
Shirley Llanos: "Él se encuentra en las calles desde que mi madre tenía 11 años, mi tío 9 y mi tía 8. Imagina lo fuerte que debe ser, pues en su momento, ellos conocieron un papá sano."
Sthephany Quiñones: "Siempre desde mi infancia lo he visto; le llamaba 'el señor de las piedras' desde pequeña."
Leslie Ann: "Aunque siempre lo ha hecho, honestamente no sé para qué sean las piedras. Él nunca me ha dicho qué es eso -y mira que le he preguntado- pero no me ha comentado. Él las lija y las brilla; hace el mismo procedimiento de cuando era hojalatero y pintor."
"Después de Mepsi, lo tratamos de hospitalizar varias veces, pero trataban todo tipo de paciente mental como si fuese adicto. Al Mepsi no existir, el próximo hospital que le toca es Río Piedras."
Shirley Llanos: "Mi tía y mi mamá (Leslie Ann) le buscaron un lugar en Río Piedras para que él no estuviera en las calles. Era un lugar bonito y de muy buen trato, pero se escapó. En la actualidad, no hay ley en Puerto Rico que le respalde y le pueda ayudar a él ni a nosotros como familia."
Leslie Ann: "Las ayudas que el gobierno ofrece son ayudas a medias. Lo traté de hospitalizar en Río Piedras con la ley 408 (esa ley aplica a pacientes mentales agresivos y él no es agresivo). Por esa razón, lo estabilizaban, le daban de alta y ya. Si lo estabilizan, no lo pueden obligar a mantenerse en el sitio. Él no es agresivo, no atenta contra su vida ni la de nadie, así que no lo van a mantener hospitalizado porque estarían violando sus derechos humanos, civiles y todo lo demás..."
Emanuel Santana: "Viví en JCC y lo veía a diario. Nunca tuve ni oí una sola queja de que fuese agresivo o una amenaza para la comunidad."
"[Joseph] estuvo en el Hogar La Casa de Nuestra Gente; no sé cómo estén trabajando ahora, pero cuando estuvo, me encantó porque tenían de todo: psiquiatras, psicólogos, enfermeros, médicos... Él lo tenía todo, todo, pero él siente que al estar ahí, nos vamos a olvidar de él. Él entiende que al estar en Castellana Gardens, nos ve y estamos con él. Cuando estuvo en ese hogar, estuve con él; lo buscaba los fines de semana; él bajaba a casa de mi abuela y todo. En ese momento estaba más lúcido porque se estaba medicando."
"El Hogar La Casa de Nuestra Gente [en la Muñoz Rivera, Río Piedras] daba un espacio para salir de 8:00 AM a 5:00 PM, tiempo que él aprovechaba para ir en la mañana a casa de mi abuela y estar con mi hija pequeña que ahora tiene 17 años; él la cargaba y le alimentaba cuando ella me la cuidaba; luego se iba como a las 2 o 3 de la tarde diariamente."
"Los sábados yo lo buscaba y me iba con él pa la playa a pasear, pero él no estaba conforme con eso; él decía que no, que él quería estar cerca de nosotros y como único iba a estar cerca era estando allí, en la Av. Galicia."
"Estando en el hogar, trató de conseguir empleo. Aunque se medicaba y estaba lúcido, seguía con el movimiento de la cabeza y nadie lo quería contratar. Además, como ya lo conocían de la Galicia, no me lo contrataban. Eso lo hizo regresar a la calle."
"Mi papá me reconoce en ocasiones... Siempre, de toda la vida, me ha llamado por mi nombre así completito: Leslie Ann. A veces me conoce, otras veces no."
"Soy una mujer cristiana y tengo mucha fe de que el Señor me lo va a levantar y me lo va a sacar de ahí. Yo tengo fe; yo tengo mucha fe. Sea de la manera que sea, el Señor me lo va a levantar; sea que se vaya al cielo o que se levante en vida y sea productivo. La pandemia me ha detenido, pero quiero que su vejez sea digna; eso es lo único que yo quisiera, pero su condición mental no se lo permite."
"Lo único que pido es que me lo sigan queriendo como hasta ahora lo han hecho y que no me le hagan daño. Sé que hay gente mala, pero son más los buenos. Yo todas las tardes tengo a mis hijas, pero siempre saco el momento para ir donde él. A pesar de que son más las veces que no me reconoce, siempre le digo:
'Te amo, te amo. Yo soy tu hija, yo te amo...'
Así yo le hablo. Y siempre que voy con la comida, me dice: "ya yo comí".
Yaicaila Rivera: "Cuando trabajé en Havana, siempre pasaba bien tempranito en la mañana y me pedía un café oscuro y media libra de pan sobao tostado con mantequilla. Aunque le faltara dinero, nunca se le negó."
Algunas cosas nunca cambian...
Leslie Ann continúa...
"En ocasiones, él mismo me dice:
-¿Tienes chavitos?
-Papi, no, tranquilo.
-Toma.
Y me da 3 pesos...
-¡No, muchacho, tranquilo!
-¡Cógelos, cógelos!
Y me obliga, pero nada; terminan siendo para él porque yo los uso en él."
"A medida que la pandemia me lo permita, volveré a la carga y ahora como paciente mental envejeciente (tiene 59 años al momento de este escrito), espero que el sistema trabaje diferente."
Shirley Llanos: "Cuento su historia porque él no puede, y lo hago con mucho sentimiento porque sé lo que es ver a unas hijas dar el todo por el todo por su padre. Como nieta, hija y sobrina, he visto el trabajo de mami, abuela y titi para darle una mejor calidad de vida. Vivo orgullosa del hombre que me cuenta mi mamá que fue: de un gran hojalatero de vocación y que en su momento estuvo presente."
Shirley Llanos: "Quiero cerrar este escrito con mi versículo de la Biblia favorito (2 Corintios 4:17):
'Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.'
Porque sé que mi Dios vive y que es fiel y me aferro a lo que un día me prometió: que lo va a limpiar a y restaurar. No sé cómo lo va a hacer, pero yo le creo a Dios. Mientras, le sigo diciendo 'bendición' y 'te amo' aunque en muchas ocasiones no me reconozca.”
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