
"Saliendo del correo para mi casa, llegando a la fuente del Pueblo de Carolina, me encuentro a este caballero junto a una señora, amiga suya; me paran y ella me pregunta que si puedo ayudarlo a verificar su celular para ver si tiene llamadas perdidas o algún mensaje de texto, porque él es ciego.
Yo, con mucho gusto lo hice; luego le pregunto: ¿a dónde usted va?, caballero. Me dijo: "a Buenavista, a coger el trolley SITRAC". Entonces, ya sintiéndome medio preocupado, decidí buscarle una parada para que se fuera bien. Luego de irse su amiga, llegamos a la parada y me dio las gracias.
Ya estábamos en su primer destino, pero aún sentía gran preocupación y le dije: "tranquilo, yo no me voy de aquí hasta que usted se vaya bien". Entonces, mientras esperábamos, me contaba muchas cosas y me expresaba que estaba alegre de ver a un joven como yo, ayudándolo; que son muy pocos hoy en día, que -siendo jóvenes- se preocupan; esto me enorgulleció mucho.
Luego me dijo: "Dios tiene grandes cosas para ti y bendiciones te van a llegar; nunca cambies quien eres porque jóvenes así prevalecen". Eso me hizo sentir mejor aún.
Cuando llegó la guagua, lo ayudé a montarse. Me dijo: "mil gracias, mil gracias; porque ni mi hijo, que es mayor que tú se preocupa por mí: no hace esto de ayudarme y acompañarme a hacer mis cosas, sabiendo él mi condición y siendo un manganzón".
Yo le dije: "no se preocupe; ayudar es lo mío; me enorgullezco de haberle conocido y hablado con usted". Se fue tan agradecido y contento, que cuando la guagua arrancó, me fui sin poder creer lo que hice y me sonreí; mire al cielo y dije: "Gracias, Dios; porque si hago estas cosas, es porque Tú me brindas fuerzas y me das el tiempo; todo para ayudar al necesitado".
De verdad que me siento muy bien; y hasta yo mismo que quedé en "shock" por lo que viví ese día.
¡Tremendo ser Humano! Dios me lo bendiga y me le brinde mucha salud a el campeón aquí. Por eso es bueno siempre ser humilde reconocer las cosas y brindar siempre el apoyo al necesitado sin importar nada. Wow! De verdad que me siento super."
-Anthony S. Moreno
Si algo nos llevamos de este relato, es que a veces tenemos que dedicar tiempo a otros para poder experimentar la gran alegría que nos produce hacer el bien y que esta alegría supera la que sentimos cuando nos enfocamos en nosotros mismos.
Mucho se habla sobre que "las cosas están malas" económica y socialmente, pero en vez de repetir estas palabras, debemos despertar a la realidad de que está en nosotros lograr que las cosas cambien para bien.
Entendamos que todos somos una gran familia; que nuestros vecinos no son solo aquellos que tenemos a la derecha y a la izquierda. Démonos cuenta que todos formamos parte de la vida de los demás; que de manera indirecta, todo lo que hacemos influye en el día de otras personas (aunque vivamos a millas de ellas).
Pero aún más, cuando tengamos oportunidades como las del ejemplo de Anthony, podamos ser sabios, aprovecharlas y tener una nueva historia qué contar; una nueva alegría compartida entre las personas envueltas en la escena.
-Emmanuel Pérez
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