Muchos escuchamos su apellido, pero se nos escapan muchos detalles de quién realmente fue este gran puertorriqueño y la preciosa semilla que sembró en muchos corazones. Espero que este escrito sirva de referencia (por eso verás muchos detalles) e inspiración para muchos. ¡Empecemos!
Roberto Enrique Clemente Walker (llamado "Momen" por algunos cercanos), Hijo de Melchor Clemente y Luisa Walker, nació el 18 de agosto de 1934 en el Barrio San Antón, Carolina, PR. Tuvo cinco hermanos y una hermana, siendo Roberto el menor de los siete. Su papá trabajó como capataz en la Central Victoria (ingenio azucarero que cerró el 1957), donde eventualmente él también laboró cargando y descargando camiones.
Como dato curioso, a la Avenida Roberto Clemente en Carolina, se le conocía como la "Avenida Victoria", pues llevaba directamente a la Central Victoria. Tuvo ese nombre hasta el 1973, cuando recibió el nombre del ilustre luego de su muerte (qué mala costumbre de reconocer a las personas cuando ya no están, ¿verdad?).
"Desde niño supe que nací para jugar pelota; Dios quería que jugara pelota." -Roberto Clemente
Desde pequeño sobresalió en eventos de pista y campo; aunque practicaba varios deportes, su interés mayor fue por el béisbol y muchas veces jugó contra barrios vecinos. Estudió en la Escuela Superior Julio Vizcarrondo Coronado en el Pueblo de Carolina.
A sus 30 años, Roberto se casó con Vera Zabala el 14 de noviembre de 1964 en la Iglesia San Fernando De La Carolina y tuvo tres hijos con ella: Roberto Clemente Jr. (1965), Luis Roberto Walker (1966) y Roberto Enrique Walker (1969).
Clemente fue un destacado beisbolista de los Pittsburgh Pirates; pasó 18 temporadas en las Ligas Mayores de Béisbol (MLB por sus siglas en inglés) en la Liga Nacional. Su desempeño le colocó en el Salón de la Fama en 1973, siendo el primer latinoamericano y caribeño en lograrlo. Además de sus talentos atléticos, Roberto era querido por su calidad humana y gran corazón que le caracterizaban.
Por un buen tiempo tuvo que comer, transportarse y hospedarse en lugares exclusivos para negros. Ser latinoamericano le dificultó ser reconocido por los medios; defender su reputación le trajo muchas discusiones con manejadores y periodistas. En ocasiones, se burlaban de él por su fuerte acento latino al hablar inglés. Entre otras cosas, también fue un defensor de la igualdad para el trato de los jugadores latinoamericanos.
Tras muchos esfuerzos e injusticias, al fin Clemente recibió varios reconocimientos, entre ellos:
"Probablemente Roberto fue el jugador más dominante de las Grandes Ligas en la década del 1960. A través de los años, demostró ser un pelotero completo en diferentes aspectos del juego. Con su peculiar manera de tomar el bate (estirando su espalda, moviendo su cuello, colocándose al fondo de la caja de bateo), logró al menos 200 hits en cuatro temporadas." -Wikipedia
"En 1967 alcanzó su mejor promedio al bate con .357,3 y el último año de su carrera (1972) en el último día de la temporada, llegó a los 3,000 hits, entrando al selecto grupo de bateadores que han conseguido esta marca. Hasta esa fecha, solo 10 jugadores lo habían logrado." -Wikipedia
"A pesar de todo, Roberto no recibía la atención merecida por parte de los medios, pero en 1971 todo cambió: llegó otra vez a la Serie Mundial y jugó contra los Baltimore Orioles. Fue ahí cuando logró un notable promedio a la ofensiva de .414,4 incluido un cuadrangular en el 7mo juego. Su desempeño a la defensiva fue inmejorable atrapando y tirando bolas ante cualquier oportunidad. Por su actuación fue elegido el Jugador Más valioso de ese clásico de otoño." -Wikipedia
Roberto Clemente fue el primer latino en ganar una Serie Mundial.
En vez de jugar béisbol invernal en Puerto Rico tras la temporada del 1958, Roberto se enlistó en la Marina de los Estados Unidos (US Marine Corps), donde sirvió 6 años con el rango de Cadete de Primera Clase (Private First Class).
Además de sobresalir como atleta, se convirtió en un ser humano ilustre para Carolina y el resto del mundo por sus labores de caridad. Compartió los frutos de sus éxitos con aquellos en gran necesidad, en especial en América Latina.
El 23 de diciembre de 1972, un terremoto a 5 km de profundidad, con duración de 30 segundos y 6.2 grados en la escala Richter sacudió a Managua, Nicaragua, provocando 10,000 muertes, 20,000 heridos y más de 250,000 viviendas destruidas.
Ayuda era enviada de muchas partes del mundo, pero la Guardia Nacional se la robaba mientras el pueblo seguía en miseria; sabiendo esto, Clemente hizo una campaña en PR para colectar ayuda y entregarla personalmente.
Varias personas cercanas le insistieron en que no fuera, sin convencerle, así que el 31 de diciembre, Roberto renunció la fiesta de despedida de año y se montó junto a otras 4 personas en un avión Douglas DC-7 dirigido a Managua. A minutos de despegar, el avión cayó en el Océano Atlántico, cerca de la costa de Isla Verde, PR a las 11:40 PM.
Roberto Clemente murió de 38 años el 31 de diciembre de 1972.
Además de tener desperfectos mecánicos, el avión estaba sobrecargado y su peso posiblemente mal distribuido pues personas como tú y yo [incluyendo jovencitos con las mejores intenciones] ayudaron en el proceso de acomodar las cosas.
Annetta Anetta: "Era una niña cuando murió de camino a Nicaragua a llevar ayuda a nuestros hermanos. Nunca olvidaré esa frase: <<¡Ahí viene Roberto, muchachos!>>"
Miguel Abea: "Soy nicaragüense, ¿cómo no recordarlo? ¡Dios lo tenga en su Santa Gloria! Sí: ¡Astro Boricua Roberto Clemente!"
Marta Regina Gonzalez: "THE GREAT ONE! ¡Es un HÉROE, una leyenda; un ejemplo a seguir! Nicaragua le recuerda con mucho amor."
Erick Picado Cerros: "Soy nicaragüense y Roberto Clemente es un héroe para Nicaragua. Tenía un corazón inmenso por lo que hizo por mi país."
Edwing Adiac Guevara: ¡Nicaragua entera le grita PRESENTE!
"Era una adolescente cuando tu familia y la mía compartían en la Urb. El Comandante y en la Iglesia Bautista. Viví en Isla Verde cuando Nilda, tu cuñada y yo estábamos en el balcón viéndote al despedirte y verte volar en el avión cuando te ibas para ayudar a quienes necesitaban esa mano amiga; mano que nunca les llegó... ¡Ese 31 de diciembre se convirtió en un inmenso dolor! Los que te conocimos sabemos el gran ser humano que eras: un padre ejemplar y un esposo admirable. Puerto Rico siempre te llevará en el corazón; en especial tu pueblo Carolina." -Kattie Segarra
Con 5 estatuas en Estados Unidos, 6 en Puerto Rico y 1 en Nicaragua, Roberto es el deportista con más esculturas en su memoria a nivel mundial.
Enorme mosaico de CERO Design en Carolina, PR (2007), donde se muestran varios de los Ilustres de nuestra Tierra.
Esta hermosa fuente te recibe en la intersección de la Avenida Monserrate y la Avenida Roberto Clemente.
Mosaico de Cero Design en Miami, FL (2013).
Inaugurado el viernes 10 de mayo de 2013 en el Parque Luis Alfonso Velásquez.
Personajes como este nos llenan de gran orgullo, y es hermoso saber que no solo en Puerto Rico le admiramos grandemente, sino que donde sea que puso un pié, definitivamente dejó una huella que duró más que su propia vida.
Marlen Ulloa: "Nosotros los nicaragüenses estamos muy agradecidos y orgullosos del Gran Roberto Clemente y tenemos un estadio que lleva su nombre. Roberto quiso traer personalmente la ayuda a nuestro país. ¡Gracias Puerto Rico!"
Feliciano Munguia: "Un amigo y hermano que dio su vida por ayudar a quienes estaban en la calamidad que hizo desaparecer la vieja Managua, Capital de mi país. ¡Una plegaria al Gran Roberto Clemente, quien perdió la vida en su afán de ayudar a mi Linda Managua en Nicaragua. ¡Gracias Roberto, hasta siempre!"
Esta imponente escultura te saluda a la entrada de un enorme complejo deportivo que [al momento de este escrito] lleva años en un terrible y vergonzoso deterioro para vergüenza de todos los carolinenses (yo incluido). Puedes conocer más de este lugar aquí.
Así como muestro las cosas lindas, tengo que mostrar estas otras...
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