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La Carolina que conocemos hoy en día prácticamente se formó a fines de la década de 1960 e inicios de 1970. En este periodo se desarrollaron urbanizaciones como Villa Carolina, Sabana Gardens, Country Club, Los Ángeles y los complejos de Laguna Gardens, por mencionar algunos.
Esto respondió al “boom” poblacional experimentado a partir de los 1950s en Puerto Rico y la necesidad de viviendas en los márgenes del municipio de San Juan. Así, podemos ver como de una población de 42,587 en el año 1960, el municipio de Carolina aumentó a una población de 109,095 habitantes, en tan solo 10 años.
Al igual que el resto de la isla de Puerto Rico, la economía había dejado de ser una mayormente agrícola para orientarse a la actividad industrial-manufacturera, de bienes y servicios. De esta manera en Carolina comenzamos a ver la formación de parques industriales como los aun existentes en la avenida 65 de Infantería y el sector La Cerámica.
Algunos datos importantes sobre el pasado agrícola del municipio de Carolina los podemos conocer por medio de diferentes fuentes. Nos informa el Historiador Fernando Picó que la agricultura de Puerto Rico a inicios del siglo XX se recuperaba de los daños ocasionados por el Huracán San Ciriaco, ocurrido en agosto de 1899.
En el caso de la agricultura en Carolina, las pérdidas materiales fueron tasadas en $12,000 en las fincas de caña, $10,920 en las fincas de frutos menores, $8,500 en las fincas de café, $800 en las fincas dedicadas al ganado y $500 en las fincas de tabaco. Los que nos da una idea del valor de los principales renglones agrícola para el municipio a fines del siglo XIX (conoce más aquí).
Otro medio para conocer datos de la agricultura en Carolina son los censos de agricultura. Durante la primera mitad del siglo XX, la economía agrícola estuvo dominada por la producción y procesamiento de caña de azúcar.
En revisión de estos documentos podemos conocer cómo la producción de caña de azúcar en Carolina en 1909 era de 51,875 toneladas (equivalentes a 114,364,800 libras), ocupando un territorio de cultivo de 2,465 cuerdas (equivalentes a 9.98 kilómetros cuadrados). Los procesos de producción de caña de principios de siglo XX en Puerto Rico, estaban orientados mayormente a proveer esta materia prima para su procesamiento en centrales o factorías locales o en Estados Unidos.
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La principal planta de procesamiento de la caña para la extracción de la azúcar en Carolina era la Central Victoria. Entre 1928 y 1936, el año de menor producción fue 1929, con 10,850 toneladas de azúcar. Este bajo rendimiento se pudo deber a los efectos del paso del huracán San Felipe por Puerto Rico, así como el inicio de la Gran Depresión. El año de mayor producción fue 1932, con una producción de 20,802 toneladas de azúcar.
Por su parte nos dice César Ayala que para la década del 1930 aproximadamente el 60% de la caña de azúcar refinada por esta Central provenía de colonos, agricultores, propietarios o administradores de las fincas dedicadas a la siembra y cosecha de la caña de azúcar (conoce más aquí).
La cantidad de terrenos dedicados al cultivo de la caña de azúcar iría creciendo durante las siguientes décadas, logrando para 1939 triplicar su producción en 177,382 toneladas de caña, en un territorio de 5,219 cuerdas.
El pico o punto máximo de producción de caña de azúcar se dio en el año de 1949 cuando se alcanzó 224,028 toneladas (aprox. 493,897,200 libras) en un área de 7,030 cuerdas (aprox. 28 kilómetros cuadrados). Esto significó que para entonces, el 23% del territorio del municipio de Carolina estaba siendo dedicado a esta actividad agrícola.
Los rendimientos óptimos de azúcar por libra de caña eran entre el 8% al 12%, lo que nos lleva a estimar en al menos 40 millones de libras de azúcar provenían de caña sembrada solamente en Carolina. Esta caña era dedicada mayormente para exportación a los Estados Unidos.
En las décadas siguientes, diferentes factores afectaron la industria del azúcar a nivel de Puerto Rico, los Estados Unidos y el mundo. En el caso de la Isla, hubo un desplazamiento al modelo económico de “industrialización por invitación”. Para entonces la producción de caña de azúcar en Carolina comenzó un acelerado descenso, con una producción de 10,004 toneladas y 3,092 toneladas para los años de 1969 y 1978, respectivamente.
El crecimiento de producción agrícola en Carolina, no fue necesariamente acompañado de un crecimiento poblacional proporcional. Aun cuando entre 1909 y 1949 la producción había aumentado más de 4 veces, la población del municipio solo había crecido en dos veces la de 1909 (con 15,327 habitantes en 1909 y 29,224 habitantes en 1949). Este crecimiento en la producción podemos entender que estaba basado en la integración de mejores técnicas agrícolas (como mejor irrigación, uso de pesticidas, fertilizantes y la mecanización en fases de la cosecha).
En el mapa de 1940 y 1969 (mostrado abajo), podemos apreciar cómo gran parte del territorio desocupado para 1940, ya en 1969 se encontraba ocupado por proyectos de urbanizaciones.
La Carretera PR-887 conectaba a Río Piedras con la que hoy conocemos como la Avenida 65 de infantería o PR-3. El tramo de la 65 de Infantería que se extiende desde el Carolina Shopping Court por todo el lado norte del Barrio San Antón, era parte del sistema de tren. La carretera que conecta hoy en día la Avenida Monserrate con la Central en Canóvanas, también se conectaba por un sistema de rieles y era donde ubicaba la Colonia Monserrate, mientras la mayoría de la población se concentraba en 1940 en el casco del pueblo o en el Barrio Sabana Abajo.
Para ver el mapa interactivo y comparar entre ambos años, toca aquí.
A pesar de todos los cambios experimentados el nuestro municipio, los testimonios visibles de nuestro pasado agrícola cada vez se hacen más invisibles. Así, elementos que se podían apreciar hace 20 años con un mero paseo por el municipio (como el ganado en los terrenos frente al Hospital de Carolina, los tanques de la lechería en los terrenos del entonces Colegio Universitario del Este, o la chimenea de la Central Victoria) hoy en día no están presentes.
Este escrito es un esfuerzo para recordar las bases materiales sobre las que se levantó nuestro municipio.
Fuentes
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